sábado, 13 de julio de 2013

Bienvenida a mi reino. Parte IV

A las siete la fiesta terminó y Julian se ofreció para acompañarla en el metro, compartían barrio. Estaba incómoda porque no quería tener que volver a rechazarle y sospechaba que sucedería.

El veloz coche entró en la estación y abrió sus puertas metálicas, se sentaron en los incómodos asientos de color beige y crema, en los que se pegan las piernas los días de calor. Cuando levantó la viste se dio cuenta de que las dos personas que estaba enfrente no eran otros sino Noe y Felipe. Noe estaba especialmente sonriente, se habrían enrollado, era de esperar...

Intentó por todos los medios bajarse una estación antes o después de la suya para no tener que bajar con Julian pero él se le había pegado como una lapa y no había forma de deshacerse de su compañía. 
Salieron del metro y empezaron a caminar, sin hablar. Al llegar al punto donde cada uno tomaría un camino la cogió de la mano.-Quédate. -No, estoy cansada. -Venga, te invito a un piti. Toma. -Gracias. No sabía cómo escapar de allí sin quedar mal y decidió pensar la manera de hacerlo mientras se fumaba el cigarrillo. Él la miraba esperando una reacción, un "bésame". Ella tiró la colilla al suelo y él la besó, la pilló tan desprevenida que se dejó besar. Quizás fue culpa del alcohol, de Felipe, de Noe. Quizás fue culpa suya.
La manos de Julian empezaron a desabrocharle el sujetador y sintió asco. -¿Qué pasa? -¿Eh? Nada. Me voy. -¿Qué? ¿Vas a dejarme así? -Ya te he dicho que estoy cansada. -Venga, no seas tonta, vámonos al parque ese que te lo vas a pasar muy bien. -Me das asco. Y se fue, se fue corriendo calle abajo con sus cuñas y su minifalda. Se fue sin darse la vuelta y sin decir nada más. Se oyó un lejano "eres una calientapollas" procedente de lo alto de la cuesta, lo que le dió una razón más para seguir corriendo, las otras nunca las supo. Siguió corriendo y durante ese kilómetro y medio sólo se odió. Iba a joderle la historia de amor a su amiga, lo sabía y aunque no quería hacerle daño era consciente de que pasaría. Tarde o temprano nadie podría frenarlos.

Pavo picante de la Vera

Abres la nevera y ves dos pimientos morrones enormes y ¿qué haces con ellos? ¿Los asas? Sería una opción muy acertada si no estuviéramos a 40º C a la sombra, como para encender el horno...
No, no. Mejor inventarse algo que se pueda comer caliente, templado, frío... Pavo de La Vera.

INGREDIENTES

500 g. de trozos de carne de pavo (muslo mejor que pechuga)
2 pimientos morrones grandes, muy grandes
Vinagre de Módena
Pimentón de La Vera (dulce y picante)
Perejil
Ajo en polvo
Sal
Aceite de oliva

PREPARACIÓN

Enganchar un buen cuchillo y dejar los pimientos en tiras finas (finas de verdad). En un wok o sartén amplia añadir entre dos y tres cucharadas de aceite y poner a fuego medio-alto. Cuando esté caliente se echan ahí los pimientos, sin contemplaciones, aunque chisporroteen y chillen (es aconsejable removerlos). Acto seguido añadimos la sal y tapamos para que se cocinen en su jugo.

Cuando estén blanditos añadimos un chorrete de vinagre y bajamos el fuego para que se evapore lentamente. Al cabo de unos tres minutos echamos los trocitos de pavo, el perejil y una cucharadita de ajo en polvo. Ahora viene el puntazo: 3 cucharaditas de pimentón dulce y una de pimentón picante. Luego removemos bien y volvemos a tapar. Lo suyo es dejarlo ahí a fuego bajo unos 25 minutos para que el pavo quede blandito, claro que depende del grosor de los trozos, los míos eran pequeñitos, como de bocao.

Buen provecho.


(Se me olvidó sacarle una foto, pero el resultado fue algo similar a esa que he robado de internet)

Y como he dicho se puede tomar a cualquier temperatura porque con las sobras me hice una ensalada de lechuga y le eché el pavito este y tan ricamente.

martes, 2 de julio de 2013

Oreo cheesecake estilo Japón y pensamientos tontos

Hoy tampoco vienes, qué novedad... el día en que aparezcas (si es que lo haces) tiraré fuegos artificiales y confeti o lo mismo te ato a la pata de la mesa y no te dejo desaparecer nunca más. Sí, se me está yendo la pinza, tampoco es nada nuevo.

INGREDIENTES

3 huevos tamaño L
30 grs de maizena
24 galletas Oreo
250 grs de queso Philadelphia
70 grs de azúcar moreno
1 cucharadita de levadura en polvo
50 ml de leche y un poco más para mezclar

PREPARACIÓN


Ponte el delantal y métele ritmo a la cocina. Sube el volumen coño, que tiemblen los botes de lentejas. Hace calor en mi cocina pero podría hacer mucho más (otra ida de pinza). Empecemos con calma a ver, desempaqueta las 24 galletas y no te las comas. Ábrelas de una en una y pon en un bol el relleno y en una bolsa de congelar las dos mitades de galleta (este proceso es un auténtico coñazo en verano cuando el relleno está blandurrio). Una vez separado todo esto vierte en el bol del relleno los 70 grs de azúcar moreno y remueve bien con unas varillas mientras meneas el culo al ritmo de sabe dios qué música que estarás escuchando. Cuando se acabe la canción o lo veas oportuno añade el queso y menéate de nuevo hasta que todo esté bien mezcladito, reserva en algún rincón. 









Acuérdate de algo que realmente te joda, mucho, una putada grande y engancha la bolsa de las galletas, extiéndela sobra la mesa y dale duro con el rodillo hasta que te canses, hasta que sueltes toda la mala hostia. Dicen que cocinar con amor y cariño es la clave pero joder, así te quedas más a gusto ;) Vacía la bolsa en otro bol y añade un chorrete de leche e integra bien,

tiene que quedar húmedo pero no pastoso, que no se pegue a las manos (si te mola el rollo convencional échale mantequilla en vez de leche como a una tarta de queso de toda la vida). Extiende la pasta esta negra en el fondo de un molde para horno y apriétala bien. 

Ahora ábrete una cervecita, que hace calor y hay que hidratarse.

Engancha otra vez el bol del queso y eso y hale echa la maizena y la levadura, y bueno, la leche también (50ml) fiesta, fiesta.
Pilla otro bol limpio más y echa en él las claras de los huevos, las yemas en el del queso, por favor. Ahora viene lo gracioso si no tienes batidora eléctrica de varillas... Monta las claras a punto de nieve (je, je, yo sí tengo batidora y las monto mientras bailo). Porás parar cuando estén firmes como culos de culturistas y no antes. Ahora bate que bate el bol que contiene todo (yo sigo tirando de batidora y tal). Venga vale, mira el whatsapp, qué te va a dar algo, no vaya a ser que te hayan mandado 154 mensajes y no te hayas enterado.

Cuando despegues tu cara del móvil enciende el horno con calor arriba y abajo a unos 170º y mete una bandeja honda con agua.  
Ve añadiendo poco a poco la mezcla marroncilla en el bol de las claras cuidando de que no se bajen mucho, espera una canción más y cuando el agua hierva mete ahí tu estupendo bol con petróleo en el fondo y la mezcla color beige encima, en 20 - 35 minutos tendrás una tarta con la que lucirte. 
Cigarrito pa'l pecho, por lo bien que lo hemos hecho.  

¿Ves? Si hubieras venido no estaría fumando, al menos no todavía. Siéntete un poco culpable o mañana no te llevo un trozo.