Imagina por un segundo que todo tu cuerpo fuese un latido.
Imagina que te contraes y te expandes
incesantemente y que la frecuencia va en aumento.
Imagina este momento.
Déjate dominar, la resistencia sólo lo empeora.
Distingue el cambio de ritmo
de tu respiración. Se corta. El oxígeno se escapa.
Sí... ahora sí puedes saber qué siente alguien
como yo
cuando se le acerca alguien
como tú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario