sábado, 9 de febrero de 2013
35º
Míralas, las tienes dominadas y ya no quieren tocar nada. Pobres ilusas esperando impacientes las horas que impones. Míralos ahora a ellos que se erizan anhelando un contacto que no llega, que no salta la barrera. Y los de abajo, inventándose excusas para no obedecerme cuando les digo que debemos irnos y los de arriba bloqueando las señales neuroquímicas que podrían aliviar la desazón. Mi cuerpo no atiende a razones, es más Tauro de lo que decían; se mueve por impulsos y con cabezonería y sólo hay un sedante capaz de hacerlo descansar.
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