Segundo
Nicotina y alquitrán para paliar el paso lento de las catatónicas agujas de mi reloj, tan blanco como tu culo y apago el cigarrillo; en el rocío residual y qué más da; si tú no estás ni cuando estás.
Vivo ligada al olor, un olor. El olor de tu habitación un tórrido sábado de verano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario